Todavía recuerdo aquella tarde de verano. Vistas privilegiadas, clima ideal y entorno físicamente perfecto. Todo empezó después de aquella llamada, de aquella avalancha de emociones, pensamientos y recuerdos. Mi «yo» pasado y mi «yo» presente estaban ahí, cara a cara y frente con frente. Acababa de vivir los mejores meses de mi vida…